De quién huimos sino de ti y de mí,
de nuestra ausencia que repite su baile
cada que el sol se precipita,
de la mala fortuna que sabemos
al amar y hablar en idiomas diferentes.
No de los árboles
porque por más que silben y se desnuden
no tienen interés en perseguirnos.
No de los santos:
tú espalda y mi espalda
cargan la misma cruz de agua.
No de juventudes ni de agosto:
te vas por las mañanas
y esas noches envejezco.
Huimos, pues, de tu sombra y mi sombra,
de caminar las mismas calles
en ciudades distintas.
Huimos de tu país, un solo resplandor entre montañas,
alto de postes y cantos.
Nos vamos de ti y de mí
para llegar a nosotros.
Poem by José Chapa
de nuestra ausencia que repite su baile
cada que el sol se precipita,
de la mala fortuna que sabemos
al amar y hablar en idiomas diferentes.
No de los árboles
porque por más que silben y se desnuden
no tienen interés en perseguirnos.
No de los santos:
tú espalda y mi espalda
cargan la misma cruz de agua.
No de juventudes ni de agosto:
te vas por las mañanas
y esas noches envejezco.
Huimos, pues, de tu sombra y mi sombra,
de caminar las mismas calles
en ciudades distintas.
Huimos de tu país, un solo resplandor entre montañas,
alto de postes y cantos.
Nos vamos de ti y de mí
para llegar a nosotros.
Poem by José Chapa
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